
Casino
El juego del bingo es azar y concentración: una formula para evadirse de la rutina diaria y ganarle la partida a la suerte.
Responde a la necesidad de inventarse otro mundo y dejar el propio, el del día a día, fuera, para convertirse en el ganador por un instante.
El jugador requiere, por tanto, un espacio íntimo, discreto y un poco aislado, para intentar mantener el anonimato y evitar que le juzguen.
En este caso, el desafío era aunar todas estas ideas en un ventanal en plena Gran Vía logroñesa. La intimidad la conseguimos con la textura, la sensación de espacio propio con un diseño que seguía de una ventana a la otra, y la conexión con el juego, con elementos relacionados con el bingo, sacados de escala, sobre un fondo geométrico de degradados.